Al igual que estáis haciendo vosotros ahora mismo, asomándoos por una ventanita a ver que se cuece por este blog, imaginaos que existe vida en otros planetas y que un sábado por la mañana, ahora en este tiempo que las mañanas son fresquitas y apetece, viene un platillo volante a visitarnos.
Imaginémonos que no vienen en actitud beligerante, ni en principio, a hacerse “amigüitos”, simplemente vienen a ver que hay por aquí. Igual que hacemos nosotros mandado sondas a Marte y demás. Seguro que muchos iríamos a recibir a nuestros visitantes con cámaras de fotos, de vídeo; nuestros amigos de la Asociación del Rifle, irían a darles la bienvenida de buen rollo, pero escopeta en mano, no sea que se pongan tontos y haya que salvar al mundo. Obama encabezaría el comité de bienvenida agasajándoles con deliciosos Whopper con Coca-Cola y patatas fritas. El FBI prepararía todo su arsenal, y la CIA empezaría e establecer un plan de emergencia por si hay que poner los misiles apuntando al planeta de nuestros visitantes.
Estoy dando por hecho una cosa, en la que creo que estaremos todos de acuerdo: Si viene un platillo volante a la Tierra aterrizará en Estados Unidos. Y si aterrizase en otro lugar, el gobierno norteamericano sería el primero en saberlo y montarían ese dispositivo en cualquier sitio. A ver quién se atreve a quitarles la primera fila en tal evento. Quizá ese grupo de irreductibles yihadistas que resisten en una cueva en algún lugar de Afganistán. Pero ese es otro tema.
Tal vez mi visión os parezca bastante hollywoodiense. ¿Cómo os imagináis vosotros la escena? ¿Tal vez Yoko Ono recibiéndoles con un ramito de violetas? ¿Zapatero con sus hijas y Rajoy con su “niña”?¿Jesucristo, Mahoma Budha…recibiéndoles con pastitas y en zapatillas de andar por casa? Sea como sea que os lo imagináis, sería una escena en la que estaría todo el mundo expectante por ver si son verdes, azules o si se parecen a la Duquesa de Alba…
Y es ahí a donde quería llegar (uff, me ha costado…), al momento en el que se apareciesen ante nuestros ojos. Y en este punto es dónde creo que se irían al garete todas las escenas que nos imaginemos, porque yo creo que ni saldrían de su nave. Se oiría alguna frase en plan: “Perdonad, pero nos hemos equivocado, pensábamos que veníamos a un planeta civilizado”.
Hablando ya en serio, a mí me daría vergüenza que viniese nadie a vernos. La imagen que daríamos sería espantosa. Es más, me horroriza pensar qué dirán los libros de Historia cuando los hijos de los hijos de nuestros hijos vayan al colegio. Cuando le tenga que contar a mi hijo cómo funciona este del mundo, ¿cómo le digo que en los ochenta o noventa años que llegue a vivir podrá contar las buenas personas con las que se ha cruzado con poco más que los dedos de las manos?
Supongo que le diré: “Imagínate que un sábado por la mañana, viniera a visitarnos un plantillo volante(…)pues vive de tal manera que, si algún día viniera alguien a ver el mundo, se llevase la impresión de que es un sitio maravilloso”. Aunque me parece que las religiones quieren dar un mensaje bastante parecido y no siempre lo consiguen...Tal vez sea cuestión de que esto no es una carrera en la que lo importante sea llegar a la meta. Esto es una carrera de relevos y lo bueno está precisamente, en que mientras sigamos corriendo, sigue habiendo carrera.
Perdonadme por el ladrillazo, pero entre tanto tiempo sin escribir, tanto tiempo encerrado en casa y tanto enfado con el mundo, uno acaba saltando por peteneras. Y pensando tonterías.
viernes, 23 de octubre de 2009
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2 comentarios:
Yo sólo pido que si vienen sean como los de tu foto y digan "MARICONASOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO"
anda rober!!! esta bien tu blog ^^
je je Besitos!!!
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